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Poda de árboles

Recurrimos a la poda de los árboles para dar forma y mantener su mejor apariencia, pero esto debe hacerse con cuidado y conocimiento porque la poda excesiva del ejemplar provocaría daños irreparables en ellos. Siempre que podamos debemos prestar atención a aquellas ramas débiles, rotas y muertas que podrían caer de los árboles y causar algún daño mayor, sobre las personas o las casas. Esto se debe tener muy en cuenta en zonas o períodos de tiempo muy ventosos. La poda es la mejor manera de conservar la salud del árbol, por ejemplo eliminando ramas infectadas o enfermas. También quitarle tamaño a la copa ayudará a la mejor circulación de aire por él y evitará que las ramas se rocen.

La poda en altura es preferible que sea llevada a cabo por profesionales, ya que requiere de muchas precauciones. La utilización de arnés para la seguridad de las personas que realicen el trabajo, es fundamental, el uso de sierras eléctricas herramientas bastante pesada y de difícil manejo, el control y el manejo de las caídas de las ramas, etc. Son cosas a tener en cuenta para llevar a cabo esta tarea, por eso es que recomendamos que estas podas sean realizada por profesionales.

En líneas generales los árboles son podados en su período de latencia ya que perderá menos savia, y al eliminar algunas ramas orientaremos su crecimiento y le dará mayor vigor a la estructura, le quitará densidad al árbol permitiendo la  entrada de la luz en forma uniforme lo que redituará en la floración y en la fructificación del mismo. Se suelen podar aquellas ramas que tienen un diámetro de 5 cm y se eliminan aquellas ramas estrechas y en forma de V dejando las ramas más fuertes en forma de U, procurando podar aquellas ramas jóvenes que son más ligeras y que no provocarán cicatrices profundas en el árbol.

En la limpieza de la copa de los árboles se mantienen las ramas laterales espaciadas y se podan aquellas ramas que se entrecruzan y provocan peso una sobre otras y aquellas ramas que están muy bajas, se tiene especial cuidado de no quitar demasiado ramas bajas porque provocaríamos que su tallo no se desarrolle con fuerza. Tiene que quedar por lo menos una cuarta parte de la copa.

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