Cuando la primavera hace su aparición la mayoría de los árboles comienzan su etapa de floración. Para muchas personas es una época hermosa, quizá la más bonita del año, sin embargo, para aquellas que sufren de alergia al polen, es la llegada de su calvario.
Las flores, las malezas, las hierbas, liberan polen y causan alergia primaveral, constituyendo el mayor porcentaje de causas de rinitis alérgica. Y en los días soleados y ventosos empeoran los síntomas.
La rinitis alérgica es el término médico empleado para esta enfermedad conocida popularmente como fiebre del heno, alergia primaveral o alergia estacional, que no solo ocurre en primavera, también puede continuar durante el verano y otoño.
La rinitis se caracteriza por la inflamación de la mucosa nasal, tras la exposición a un alérgeno. Los alérgenos pueden ser diversos, entre los principales tenemos:
Los ácaros del polvo
El polen
La piel, pelos y orina de ciertos animales (como por ejemplo los gatos y los perros)
El moho y los hongos.
Debe existir un contacto previo con el alérgeno para que la persona alérgica se sensibilice y en el próximo roce desencadene la reacción alérgica, esto es debido a que el sistema inmunológico actúa siendo un mecanismo de defensa frente a estas exposiciones y crea anticuerpos.
Estos anticuerpos al entrar en contacto con el alérgeno liberan una sustancia llamada histamina, que es la causante de los molestos síntomas característicos de la rinitis alérgica.
Es importante que prestes atención y reconozcas qué alérgenos desatan tus sintomatologías. Por ejemplo: las personas alérgicas a la ambrosía, durante el otoño tendrán los síntomas más intensos, ya que a diferencia de otras flores que producen polen en primavera y verano, la producción de polen por la ambrosia es mayor en otoño.
Así mismo la probabilidad de padecer alergia a melones, calabacines, plátanos, manzanilla, y semillas o pipas de girasol es mayor si eres alérgico a esta planta.
Existen tratamientos complementarios naturales que pueden beneficiarte y disminuir estos malestares. Destacamos algunas plantas medicinales de las que se ha comprobado su utilidad para los casos de rinitis alérgica o alergia estacional.
La ortiga
Excelente antihistamínico y antiinflamatorio, la hoja de ortiga es uno de los medicamentos naturales más comunes y promocionados para tratar la rinitis alérgica. Contiene caroteno, vitamina C, vitamina K, potasio, calcio y quercetina.
Hay investigaciones donde sugieren 300 mg de extracto de ortiga tres veces al día demostrando una reducción de los síntomas de la alergia estacional.
Si eres diabético debes evitarla, ya que la ortiga puede ocasionar hipoglicemia.
La espirulina
Un tipo de alga verde-azulada que contiene proteínas además de altas concentraciones de vitaminas del complejo B, hierro y otros minerales.Una cucharadita de espirulina ayuda en el proceso de la alergia por sus efectos inmunomoduladores, inhibe las reacciones alérgicas mediadas por mastocitos y detiene la liberación de histamina, siendo útil para aliviar los síntomas de la fiebre del heno.
Petasita o butterbur
Medicina natural popular para la rinitis alérgica, y uno de los mejores estudiados. Esta planta, de nombre científico Petasites hybridus, es originaria de América del Norte. Actúa disminuyendo tanto la histamina como los leucotrienos en la sangre, en respuesta al contacto con los alérgenos.
Tomar una tableta de este extracto de tres a cuatro veces al día, disminuye la inflamación nasal y los síntomas.
Nota importante: al usar petasita, asegúrate que indique que esta “libres de UPA” (alcaloides de pirrolizidina insaturados). Este alcaloide lo contiene naturalmente la planta y al comercializar el producto se debe eliminar, ya que son tóxicos. Puede causar reacciones alérgicas cruzadas en personas con alergia a la ambrosía.
Equinácea
Planta medicinal inmunoestimulante, usada con frecuencia para el resfriado común y alergias. La Equinácea reduce las posibilidades de contraer un resfriado común, en un 58%. Es frecuente su uso en personas con alergia primaveral.
Detiene el resfriado viral, además de aliviar los síntomas ocasionados por enfermedades de vías respiratorias superiores, sinusitis aguda, faringitis y otras.
Similar a la petasita, la Equinácea es un pariente de la familia de la ambrosía y en caso de alergia a ésta se debe evitar su consumo, ya que puede empeorar los síntomas en algunas personas.
Tinospora cordifolia
Comúnmente nombrada como “Guduchi” es conocida por su aplicación en el tratamiento de diversas enfermedades en la medicina ayurvédica tradicional. Los extractos de esta planta tienen componentes activos en forma de alcaloides, glucósidos, lactonas y esteroides.
Todos tienen función inmunomoduladora y fisiológicas diferentes, por lo que es una planta muy versátil. Actúa reduciendo la liberación de histamina por las células.
Es usada para la rinitis alérgica ya que se ha demostrado que 300mg tres veces al día disminuye los síntomas de la fiebre del heno, como estornudos, picazón y secreción nasal.
Jengibre
Muy buen antihistamínico, con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, ayuda con la congestión nasal del pecho y el dolor de cabeza, además de reforzar el sistema inmunológico. Puedes beber té de jengibre diariamente para conseguir los resultados deseados o masticar una rodaja delgada cada día.
Menta
Planta ampliamente extendida y cultivada en muchas regiones del mundo. Es un arbusto perenne, de fácil propagación puede crecer casi en cualquier parte. Es muy usada en la medicina tradicional para curar dolencias, por vía tópica, oral y como aromaterapia.
Tiene efectos descongestionantes y propiedades antiinflamatorias, el té de menta alivia alergias y es usado a menudo en la fiebre del heno.
Pino marítimo
Es usado el extracto de la corteza de pino, (Pycnogenol) sus componentes mejoran la rinitis alérgica, inhibiendo la liberación de histamina de las células y reduciendo la inflamación. Se recomienda su uso semanas antes de la temporada de alergia, 50 mg dos veces al día, al menos un mes previo, reduce los síntomas oculares y nasales.
Extracto de Jisil
Muy usada en la medicina tradicional oriental como remedio para la inflamación y alergias. Su nombre común es naranja amarga, es un arbusto pequeño, su fruto es la parte que se usa de la planta, es comestible de sabor amargo y con intenso aroma.
Contiene sinefrina, que ayuda con la congestión nasal, además de aportar efectos estimulantes.
Tiene múltiples beneficios: antienvejecimiento, antioxidante y como embellecedor de la piel es usado en cosméticos coreanos.
Sin embargo, hay algunos estudios que han reportado que el uso prolongado o en exceso puede ocasionar efectos adversos.
El tratamiento debe ser múltiple, incluyendo cambios en la dieta y estilo de vida.
Los medicamentos convencionales para tratar la rinitis alérgica o fiebre del heno, son los antihistamínicos, costicoesteroides y descongestivos, contrarrestando el efecto de la histamina en el cuerpo, con el problema de que la mayoría tienen efectos adversos. Si vas a tomar alguna de estas plantas medicinales consulta antes con el profesional que te trata la alergia para saber si es recomendable tomarlo en tu caso particular.