Antes de plantar es necesario siempre prestar atención al estado de la tierra, de esta forma la planta crecerá correctamente y sacaremos su mayor potencial. Es importante añadir nutrientes como materia orgánica o compostaje para mejorar la característica del suelo.
Lo primero es remover la tierra desde el fondo del recipiente para favorecer la circulación adecuada del agua y el aire. La tierra debe quedar suelta y ligera. Es conveniente retirar piedras y cualquier elemento extraño de la tierra. Como así también eliminar las malas hierbas si la plantación se hará en el suelo del jardín.
Si la tierra es demasiada compacta es aconsejable agregarle arena o gravilla en el fondo de la maceta, esto asegurará un buen drenaje y evitará el encharcamiento de las raíces. También es oportuno agregar nutrientes como nitrógeno, calcio, magnesio, hierro, etc. Una vez colocada la planta o semillas y añadido el sustrato alrededor, apisónalo con los dedos. Posteriormente se recomienda un riego generoso para que las semillas o planta se asienten bien en la tierra.
Cada tipo de plantas requieren de sustrato adecuado para su desarrollo óptimo. Existe un sustrato universal que es utilizado para todo tipo de plantación, y un sustrato específico como los utilizados para plantas de flor como geranios, hortensias, azaleas, otros para cactus, para plantas de interior, para rosales, etc. Es conveniente consultar en el vivero de acuerdo al tipo de planta que tendremos qué tipo de sustrato es el más conveniente.
Además de nutrirlas hay que liberarla si tuvieran algún tipo de plaga, con esto ya estaría lista la tierra para realizar la plantación.
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