Descripción
La mandarina es una de las frutas de mayor producción en el mundo, originaria del sudeste asiático, donde los cítricos se originaron hace unos 20 millones de años. Hoy se cultiva en casi todo el mundo, su fruto es muy apreciado por su delicioso sabor y propiedades nutritivas.
El árbol de la Mandarina es pequeño, espinoso y más resistente al frío que los naranjos. Tiene forma más redondeada en su copa. Esto lo convierte, además de proveedor de agradables frutos, en un árbol ornamental en los jardines.
Por mandarina se conoce al fruto de al menos dos especies, la Citrus reticulata y Citrus unshiu que corresponde al grupo de las mandarinas Satsumas.
Existen también numerosos híbridos de naranjas y mandarinas cuyo nombre genérico es mandarina. Dentro de este grupo se englobaría la variedad Fortune. El término común mandarina se reserva para las variedades de color anaranjado normal, mientras que por ‘Tangerina’ se conoce en algunos sitios como por ejemplo en Estados Unidos, a las variedades de mandarina de color anaranjado intenso, por ejemplo la tangerina ‘Dancy’.
FLORACIÓN
Sus flores son pequeñas, blancas que pueden crecer en pequeños ramilletes de dos o tres unidades y a veces se presentan solas.
FRUTO
El fruto de la mandarina es similar a la naranja pero más pequeña y achatada por su base que es globosa y deprimida. Mide alrededor de 4 a 7 cm de longitud y 5 a 8 cm de diámetro.
Su corteza es lisa, brillante, su color varía de amarillo a rojo-anaranjado.
El fruto es fácil de pelar y posee numerosas glándulas oleosas hundidas que impregnan las manos de la persona que las presiona, de ahí el característico olor que queda impregnado en los dedos del consumidor.
La pulpa es jugosa y dulce, se encuentra dividida en 10 a 12 gajos, con semillas o no en su interior en función de la variedad de que se trate. Cuando el fruto no tiene semillas suelen ser más pequeños que los que sí las tienen. Esta posibilidad de generar frutos sin semillas es una característica propia de los cítricos por su partenocarpia, es decir, la capacidad de que el fruto se desarrolle sin polinización.
CLIMA
Es un árbol que se adapta con gran facilidad a condiciones climáticas desérticas, semitropicales y subtropicales. Sin embargo en algunas variedades como la Clementina, para alcanzar buenos rendimientos de producción y calidad necesitan unas condiciones climáticas determinadas.
El fruto del mandarino es más sensible a sufrir lesiones por frío que la mayoría de naranjas y pomelos.
SUELO
Necesitan suelos permeables y poco calizos. Se recomienda que el suelo sea profundo para garantizar el anclaje del árbol, una amplia exploración para garantizar una buena nutrición y un crecimiento adecuado.
Los suelos deben tener una proporción equilibrada de elementos gruesos y finos para garantizar una buena aireación y facilitar el paso de agua, además de proporcionar una estructura que mantenga un buen estado de humedad.
RIEGO
Se trata de especies que demandan grandes aportes de agua. En parcelas pequeñas se aplicaba el riego por inundación, aunque la tendencia actual es a emplear el riego localizado y riego por aspersión en grandes extensiones de zonas frías, ya que supone una protección contra las heladas.
Se recomienda dar riegos diarios en verano, y al menos dos o tres semanales en invierno. Además es necesaria la aplicación de los fertilizantes con el riego en bajas concentraciones, no incrementando de este modo la salinidad del agua del riego.
ABONO
Demandan mucho abono de macro y micronutrientes, ya que frecuentemente sufre deficiencias, destacando la carencia de magnesio y zinc. Se debe proporcionar un buen riego, que no la sature ni marchite, tratando de mantener poca humedad a 15 – 30 cm de profundidad del suelo.
PODA
La poda de formación se efectúa a partir del tercer año de vida del árbol, siendo esta ligera. Este tipo de poda queda limitada a la eliminación del tocón y a los rebrotes que surjan del patrón.
En cuanto a la poda de fructificación, al tratarse de una especie muy productiva es frecuente la ruptura de ramas, por lo tanto es necesaria la instalación de estructuras de soporte y una poda anual con objeto de eliminar las ramas muertas, débiles o enfermas, vigorizar el resto de la vegetación, regular la cosecha y mejorar su calidad.
PLAGAS
Dentro de los cítricos, los mandarinos son más resistentes a plagas y enfermedades que sus parientes, el limonero y el naranjo, sin embargo, las plagas más comunes suelen ser la cochinilla, la mosca blanca, la araña roja y el Minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella).
COSECHA
La cosecha se efectúa en los meses que comprenden desde marzo hasta agosto, siendo ésta la mejor época de rendimiento y calidad para el consumo en fresco. Las mandarinas deben cosecharse con mucho cuidado para evitar golpes, heridas u otros daños que afecten la calidad y su conservación.
Muchas mandarinas tienden a la alternancia, es decir que a cosechas abundantes de fruto pequeño le siguen cosechas pequeñas de fruto grande pero de baja calidad.
PROPIEDADES Y USO
Alto contenido de vitamina C, aunque en menor proporción que la naranja, alto contenido de ácido cítrico, es rica enpotasio, fibra. Contiene folato, una vitamina del complejo B que guarda relación con la salud durante el embarazo, aunque su concentración no sea tan alta como la de la naranja. Posee un elevado contenido en agua.
Es baja en calorías ya que la mandarina (y otros frutos relacionados) es una fuente primaria de betacriptoxantina en la dieta. La betacriptoxantina es un carotenoide no provitamina A con propiedades antioxidantes. Las dietas ricas en carotenoides están asociadas a una disminución del riesgo de contraer cáncer y enfermedades cardiovasculares. Las mandarinas tambien contienen los fitoquímicos D-limoeno, cumarina, flavonoides y terpenes. Estos compuestos ayudan a disminuir el riesgo de cáncer.
Tradición popular
La mandarina es adecuada para tratar las úlceras, la vesícula, es buena para la fiebre, la anorexia, la tos y la intoxicación etílica.
La mandarina contiene una sustancia llamada hesperidina que posee propiedades bronquiodilatadoras y antiinflamatorias, es adecuada en el tratamiento de las úlceras y favorece el correcto funcionamiento de la vesícula.
El aceite volátil que posee puede estimular el aparato digestivo, propiciando la expulsión de los gases acumulados en el intestino y en el estómago y favoreciendo la digestión.
La mandarina abre el apetito, humedece los pulmones y elimina la tos. Es útil para tratar la fiebre, el hipo, la anorexia, la tos con flemas y la intoxicación etílica.
No deben consumir mandarinas en abundancia aquellas personas que padezcan de llagas bucales, ni aquellas cuyas defecaciones sean secas y duras.
La mandarina se consume principalmente como fruta en fresco, aunque también son conocidos las conservas de gajos de mandarinas y mermeladas, como así también en repostería y en comidas agridulces.
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